El aceite de oliva es uno de los productos españoles más icónicos. Pero el preciado oro líquido es mucho más que un producto, porque es el resultado del duro trabajo de varias generaciones. Es un alimento que recoge nuestra cultura y nuestras costumbres, nuestros valores como país y como sociedad. Y lo mismo podría decirse del jamón ibérico, que precisa también de gran dedicación y atesora igualmente una parte de nuestra historia, de nuestro clima, de quienes somos; y de otros tantos de nuestros alimentos.

España exporta cada vez con más éxito. Nuestros productos y servicios cuentan con gran prestigio en los mercados internacionales por su elevada calidad. De hecho, somos el cuarto país que más alimentos exporta de la Unión Europea (UE) y el séptimo del mundo. El aceite y el jamón citados, el vino y el cava, los pescados y mariscos, el queso… la lista es larga y goza de reconocimiento mundial.